PASARELA

DESFILE BALMAIN

El backstage de Balmain era un paraíso de la moda en la era digital. Allí estaba Kanye West, ‘invisible’ bajo su capucha, a no ser porque llevaba una bómber blanca de Balmain cubierta de perlas bordadas. La gran baza del look sexy de Balmain se basó en hacer todo más pequeño, más estrecho y más bonito. Como extraídos de una tizas, el rosa pálido y el azul dominaron la pasarela de la barroca galería, y las cinturas encorsetadas redondeaban la silueta. A veces aparecían cascadas de flecos por el lateral de un mono de maya. Y por lo demás, el croché que la abuela nunca haría acababa en faldones de borlas sobre brazos, caderas y muslos. Un toque más suave en las siluetas y en los tejidos hizo el sexy descarado de Rousteing un poco más inocente. Los miriñaques tamaño mini me recordaban a los de Vivienne Westwood de quien sabe cuándo. Lo sexual en Balmain está claramente referido a mujeres empoderadas. Puede que sólo un diseñador como Rousteing, de 30 años, sea capaz de mostrar una colección tan deliberadamente sexual y, sin embargo, hacer ver al público como algo normal el enfundarse un vestido con forma de campana tejido en una red de color verde del que emerge una maraña de volantes de ante. El efecto, a ojos de fuera de la industria, es el de moda de ensueño y glamour. 


























Son las mejores amigas y las reinas de la pasarela y el jueves, Kendall Jenner y Gigi Hadid intercambiaron los colores del pelo mientras se acercaban a una pasarela muy llena de estrellas en el espectáculo Balmain.
Kendall, de 20 años, sacudió una peluca rubia revuelta completa con raíces, en lugar de un cambio permanente, que era similar a la recientemente usada por la hermana Kim Kardashian, mientras que Gigi, también de 20 años, se veía muy diferente con una larga peluca morena rizada, en lugar de Su habitual rubia mientras la seguía de cerca.

Con un aspecto más bien atrevi do, Kendall se quedó sin brillo y lanzó su escote bajo una chaqueta de rayas violeta semidesnuda, llevada debajo de una chaqueta de punto con grandes hombreras. Se usó con una capa de corsé que se unió con un par muy sexy de botas de muslo.

Balmain



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